El uso de colorantes para alimentos en la industria

El uso de colorantes para alimentos en la industria

Muchos podríamos pensar que lo más importante de los alimentos es su sabor, esa agradable sensación que se tiene cuando el bocado enerva nuestras papilas gustativas. Sin embargo, muchos estudios al respecto han demostrado que no es así. Por supuesto, el sabor es importante, pero la primera impresión que se tiene al observar un platillo es el primer paso para que las personas sintamos atracción y gusto por la comida que se nos ofrece. Incluso antes de oler y probar cualquier comida, el color que vemos en ella es lo que realmente genera en las personas el gusto o disgusto por el platillo.

Es por ello que la industria alimentaria utiliza diferentes colorantes para alimentos para dar el mejor y más atractivo color a sus productos y hacerlos así los preferidos de los consumidores. Las diferentes empresas incluso han aprendido muy bien a utilizar el color de sus diferentes productos de manera estratégica, sobre todo cuando se trata de productos procesados, enlatados y empaquetados, ya que esto ha demostrado ofrecer grandes beneficios y ventajas a los productores.

A pesar del uso frecuente de estas sustancias en la producción, cabe decir que el empleo de pigmentos no es del todo sencillo, pues se tienen que tomar en cuenta muchos detalles y características de los productos, los ingredientes, el colorante e incluso las normativas legales y sanitarias que se deben cumplir y las necesidades, exigencias y demandas de los consumidores.

Una de las exigencias más comunes hoy en día es el uso de productos y materias primas 100% naturales para el proceso de producción de los diferentes productos, mucho más cuando se trata de la industria alimentaria.

Este requerimiento no es del todo difícil de cumplir, aunque tiene su complejidad. Muchos podríamos pensar que el uso de este tipo de sustancias en la producción es relativamente nuevo, pero la historia nos cuenta algo diferente. El uso de pigmentos con diferentes objetivos se puede rastrear hasta la época en que los aztecas aún habitaban y gobernaban México, también los mayas en el sur de México y en Centroamérica y los incas en América del Sur.

Tras la llegada de españoles, franceses, ingleses y portugueses a América, el llamado Nuevo Mundo, el comercio de las diferentes sustancias para teñir, su extracción y uso en otras partes del mundo se extendió rápidamente.

Cabe mencionar que desde aquellos tiempos y hasta la fecha uno de los pigmentos que siguen siendo utilizados es el color carmín extraído de la cochinilla, pues no se ha encontrado un ingrediente natural o sintético que pueda dar un color rojo carmín tan vívido y duradero como el que se obtiene de este insecto y por ello este color es utilizado en la industria textil, alimentaria, farmacéutica, cosmética, de pintura, entre otras.

Regresando al punto inicial, se sabe con certeza que el primer contacto que las personas tenemos con nuestra comida es visual, por ello el uso de colorantes para alimentos en la producción es sumamente importante, pues el color es un factor determinante para que una persona acepte o no un producto y por lo tanto que lo consuma o no.

Todo alimento tiene como propiedad el color. Ya sea que se trate de una fruta, verdura, carne, lácteo, un postre, un dulce, un platillo preparado en casa, comprado en un restaurante o un producto enlatado, el color siempre está presente, natural o artificial, pero este elemento es importante para el consumidor, incluso de manera inconsciente, y es un factor que puede mejorar o empeorar la apariencia del alimento.

Los pigmentos utilizados en la industria alimentaria pueden ser naturales o sintéticos, sin embargo, derivado de las normativas de salud y las exigencias de muchos consumidores el colorante utilizado con mayor frecuencia en nuestros días es el natural, aunque siguen algunos productos sintéticos utilizándose, sobre todo cuando se trata de colores que difícilmente pueden obtenerse de la naturaleza, siempre y cuando cumplan con los lineamientos establecidos por la autoridades.

A pesar de esto, el uso de los diferentes pigmentos que se adicionan a los alimentos sigue siendo un hecho que genera polémica entre fabricantes y consumidores, pues a pesar de asegurar que la mayoría de las sustancias utilizadas para dar color en la actualidad no son dañinas, estas siguen generando dudas entre muchos consumidores.

Muchas personas incluso no consumen alimentos que contengan cualquier tipo de colorante por considerarlos aditivos carentes de utilidad, ya que no aportan beneficios a la calidad del producto. Sin embargo, los estudios también han demostrado que el coloreado de la comida contribuye a la identificación del producto, pues el color puede insinuar qué tipo de alimento es, a qué grupo pertenece, su sabor y hasta su calidad.

El uso de colorantes para alimentos tiene lineamientos muy estrictos, debe estar indicado en las etiquetas de los productos, se debe indicar si se trata de un pigmento de origen natural o sintético, si el colorante está diluido o incorporado y su concentración. Todo esto para hacer saber al consumidor lo que estará comiendo. De igual forma los productores deben considerar las diferentes normas establecidas para la industria y cumplir con ellas. En general la gran mayoría de pigmentos de origen natural son permitidos en la industria alimentaria, muy pocos de origen sintéticos (los que se utilizan deben cumplir de manera estricta con los requerimientos legales y de salud).

A este respecto lo único que queda por decir es que Farbe es la empresa que mejor cumple con estos requerimientos, pues es una compañía responsable con el medio ambiente y sus clientes y por ello los productos que ofrece son de la mejor calidad y pueden cumplir por completo con las exigencias de productores y consumidores por igual.

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